PRESENCIAL Y SERVICIOS ONLINEProblemas
de conducta, emocionales
y sociales

Los problemas de conducta, emocionales y sociales en niños y adolescentes, abarcan una variedad de comportamientos que van desde la impulsividad hasta la hiperactividad, la rebeldía, la negatividad y la expresión de una gran carga de ira. Estos comportamientos suelen surgir cuando los niños y jóvenes enfrentan dificultades para comprender y manejar sus propias emociones de manera efectiva.

En muchos casos, los adolescentes no han desarrollado las habilidades necesarias para identificar, expresar y regular sus emociones de manera adecuada, y peor aún ocurre en la vida de un niño. Como resultado, pueden recurrir a conductas desafiantes, explosivas, disruptivas como una forma de liberar la tensión emocional que experimentan.

Debemos tener siempre muy presente que el sufrimiento del niño o adolescente se canaliza de distinta forma que en el adulto, comúnmente encontramos casos de niños con sintomatología muy variada, desde conductas desafiantes, irritabilidad o retraimiento, expresiones descontroladas, que en su mayoría responden a un malestar emocional canalizado de distinta manera.
Cualquiera de estos problemas emocionales, si no se atienden adecuadamente, pueden perjudicar el desarrollo psicoemocional del niño/adolescente y la relación con su contexto inmediato (colegio, amigos, familia, etc.)

Los síntomas y trastornos emocionales más frecuentes a estas edades son los siguientes:

• Somatizaciones; se trata de la expresión somática de conflictos emocionales, generalmente asociada a la ansiedad. Los síntomas somáticos más comunes son problemas gastrointestinales, cefaleas tensionales y problemas dermatológicos de distinto tipo.
• Ansiedad; conlleva una intensa excitación, inquietud y reacciones fisiológicas en forma de tensión muscular, problemas respiratorios.
• Depresión; surge cuando un niño se encuentra en una situación afectiva de tristeza de gran intensidad y que perdura en el tiempo. En ocasiones las manifestaciones más comunes en niños son la irritabilidad y el aislamiento.
• Trastorno del vínculo; los niñ@s manifiestan determinadas conductas como impulsividad e hiperactividad a consecuencia de la ruptura del vínculo afectivo entre el niñ@ y sus padres.
• Aislamiento, en el que los adolescentes y jóvenes deciden recluirse en su habitación por largo periodos de tiempo, comunicándose exclusivamente con el mundo exterior de forma virtual (generalmente por medio de videojuegos online). Suelen tratarse de jóvenes varones con historia de pobre integración durante la adolescencia, e incluso historia de bullying en etapas previas al encierro.
• Trastornos de conducta asociados a problemas emocionales (rebeldía, comportamientos hiperactivos, negatividad, pataletas, excitación, actitud desafiante…)
• Fobia social; este tipo de fobias suelen ser más significativas en la adolescencia, y aunque su inicio sea en la infancia, es más incapacitante durante la adolescencia debido al miedo a relacionarse con los demás.
  Ansiedad de separación; es un tipo de ansiedad asociada al temor que supone tener que alejarse de su familia y hogar.
• Ansiedad generalizada; atiende a una ansiedad excesiva con un alto nivel de preocupación en general y que no se puede controlar.
• Trastorno obsesivo compulsivo; está vinculado a la ansiedad y se caracteriza por una serie de pensamientos persistentes y recurrentes que conllevan una situación de preocupación, inquietud, temor y conductas repetitivas para intentar reducir dicha ansiedad.

• Trastorno por estrés post traumático; sucede después de sufrir u observar una situación traumática en el que está en juego la vida de las personas, experimentando continuamente la situación involuntariamente.
• Autolesiones; suelen ser conductas comúnmente asociadas a problemas emocionales en la adolescencia, como modo de aliviar el dolor o forma de autocastigo
• Sintomatología alimentaria, de inicio común en la adolescencia, muy asociado a malestar emocional, baja autoestima e inseguridad hacia la propia imagen.
• Muestras de tristeza.
• Cambios en el estado de ánimo.
• Malhumor.
• Irritabilidad: lloros, mordiscos, escupitajos.
• Sensibilidad: llora fácilmente.
• Negativismo, resulta difícil de complacer.
• Insomnio, sueño inquieto.
• Retraimiento social.
• Pérdida de interés por lo que le rodea.
• Fatiga física.
• Dificultades escolares.
• Timidez
• Dificultades para mantener la atención.
• Hiperkinesia

La intervención de un psicopedagog@ en trastornos emocionales y sociales involucra diversas estrategias y enfoques, que pueden incluir:

• Comenzaremos con una entrevista: A los padres para recopilar información relevante sobre el niño y su situación. Luego, realizaremos una entrevista similar con el propio niño.
• Evaluación: El psicopedagogo comienza por evaluar las necesidades y dificultades específicas del niño o adolescente en términos de emociones y relaciones sociales.
• Apoyo emocional: Ayuda al niño a identificar y comprender la situación por la que está atravesando, así como a identificar sus emociones, para desarrollar estrategias de autorregulación emocional y posibles soluciones.
• Desarrollo de habilidades sociales: Enseña habilidades de comunicación, resolución de conflictos y empatía para mejorar las relaciones interpersonales.
• Asesoramiento y terapia: Puede ofrecer asesoramiento individual o terapia para abordar problemas emocionales y sociales más profundos.
• Colaboración con otros profesionales: Trabaja en equipo con otros profesionales de la salud mental, maestros y padres para garantizar un enfoque integral.
• Adaptaciones educativas: Proporciona estrategias y adaptaciones en el entorno escolar para que el niño o adolescente pueda tener éxito académico a pesar de las dificultades emocionales y sociales.
• Educación y concienciación: Educa a los padres, cuidadores y docentes sobre las necesidades del niño y les brinda herramientas para apoyarlo.
• Seguimiento y evaluación continua: Monitorea el progreso del niño a lo largo del tiempo y ajusta la intervención según sea necesario.
  En resumen, la intervención de un psicopedagog@ en trastornos emocionales y sociales se centra en brindar apoyo, enseñar habilidades y promover el bienestar emocional y social del niño o adolescente, lo que a su vez puede mejorar su desempeño en la vida cotidiana y en el entorno educativo.