Es un trastorno del desarrollo e implica falta de atención, hiperactividad e impulsividad persistente. Ejemplo de ello es hablar en exceso, interrumpir a otros y dificultad para esperar su turno. Estos patrones afectan la escolaridad, la vida cotidiana y las relaciones sociales.
¡Soy psicopedagoga, y estoy aquí para ayudarte!!!
Los problemas de conducta son comportamientos inapropiados en niños y adolescentes, como agresión o desobediencia. Suelen estar vinculados a dificultades emocionales. La terapia es crucial para abordar estas causas y fomentar conductas más saludables. La detección temprana y el apoyo adecuado son esenciales.
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La dislexia es un trastorno de lectura que dificulta la fluidez y comprensión. La disgrafía afecta la escritura legible, y la discalculia se refiere a dificultades en las matemáticas. Cada uno requiere enfoques de intervención específicos.
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Desarrollar buenos hábitos y técnicas de estudio es crucial para su éxito académico. Los hábitos, como establecer un horario de estudio regular y crear un entorno de estudio adecuado, ayudan a mantener la concentración. Las técnicas, como resumir o subrayar son herramientas valiosas para comprender y recordar la información.
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El servicio psicopedagógico para padres proporciona asesoramiento y orientación en la crianza y educación de niños con problemas de conducta y dificultades de aprendizaje. Ofrece información sobre la identificación temprana de estos desafíos, estrategias de estudio efectivas y promoción de habilidades sociales. Este recurso apoya a los padres en el desarrollo y el bienestar de sus hijos.
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«En mi labor como psicopedagoga, despliego un enfoque completo que abarca la evaluación, diagnóstico y tratamiento especializado para abordar de manera efectiva las dificultades y trastornos relacionados con el aprendizaje y el desarrollo cognitivo de los niños y adolescentes. Además, brindo una atención integral a sus necesidades emocionales y sociales, garantizando un apoyo completo para su crecimiento y bienestar.»
«Hablamos de problemas de conducta y emocionales cuando un niño o adolescente enfrenta dificultades para regular sus emociones, manifestando signos como dificultad para tolerar la frustración, síntomas de ansiedad o tristeza, entre otros. Es fundamental estar atentos a cualquier cambio en el estado emocional de vuestros hijos, ya que detectar estos indicios a tiempo y proporcionar un tratamiento efectivo reviste una importancia vital.
En los niños más pequeños, es posible observar señales como irritabilidad, llanto frecuente, arrebatos de enojo, intensos temores, quejas de dolores físicos, inquietud o comentarios negativos sobre sí mismos.
En el caso de los adolescentes, es importante ejercer precaución, ya que a menudo los cambios en su comportamiento pueden atribuirse simplemente a la adolescencia. Esto puede llevar a pasar por alto la posible presencia de un problema emocional y, como resultado, retrasar la intervención necesaria.»